A primera vista, el personaje de Rantes de El Hombre Mirando al Sureste es comparable con el personaje de Juan Pablo Castel de El Túnel. Las dos historias vienen de un manicomio, donde los dos hombres están recibidos como locos. Ambas son muy racionales, y también tienen una vista de humanidad tan pesimista. Al final de sus propias historias, los dos sienten abandonadas por una persona que le quiere. También hay muchas diferencias entre los dos – por ejemplo, el racionalismo de Castel es el origen de su locura, pero el racionalismo de Rantes hace que la gente lo quiere y hace que el cuestiona “¿Porque entonces usted cree que yo estoy loco?” También, vemos que El Túnel está escrito del punto de vista de Castel, cuando El Hombre Mirando al Sureste está escrito del punto de vista del doctor.
Entonces, cuando miramos bajo la superficie, vemos que la comparación debe ser entre el doctor Déniz y Castel. Los dos son los narradores de sus propias cuentas, escrito por la primera persona, como confesiones de sus crímenes: escrito por el ahora, describiendo algo que pasaba antes. Vemos con el mirado del doctor que se siente que es responsable para la muerte de Rantes. Un poco más franco, Castel asesino a María con sus propias manos. Aunque los dos están escritos de la misma manera, no están escritos por la misma razón. Parece que el doctor quiere contar la historia para aliviar su conciencia, y dar respeto a Rantes con decir que él era buen persona y que no era loco. Es evidente que se siente culpable. Al contrario, Castel escribe su historia con la esperanza que alguien que lee su historia le entienda. Castel deja en claro que él no se siente culpable por lo que había hecho, y lo crea justificado. Al final de los dos historias, vemos un paralelo entre el esperado. Castel espera el venir de una persona que le entiende, como el doctor espera a Beatriz, quien puede ser la otra persona que entiende a él.
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